Integrantes del colectivo Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos participan en libro Mi grito y mi silencio
Salamanca, Gto.- Por medio de la coordinación de la Delegación Regional para México y América Central del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y con la intervención de 34 buscadoras del Estado de Guanajuato, de las cuales 4 pertenecen al Colectivo Salamanca Unidos Buscando Desaparecidos, se articula el libro Mi grito y mi Silencio; la palabra como resistencia, denuncia y memoria colectiva.
“Acomodar en palabras la vida, el dolor, la incertidumbre y el amor es un acto de memoria viva que a su vez nos recuerda que la desaparición de personas nos afecta a todos como sociedad”, se versa en la introducción.
Dentro del libro se ponen en circulación poemas, cartas y mensajes que permiten dar cuenta de la historia de personas desaparecidas.
“Son poemas y pensamiento, es un proyecto que lo venimos haciendo hace un año; también hacemos cosas bonitas. Yo por ahí puse un acróstico para hijo, cuando él nació; y es la misma hojita, la misma letra y todo, de mi primer día de mamá y su primer día del mundo, de mi Daryl. También hicimos un libro que se llama Recetario: recordando con sabor”, compartió Alma Lilia Tapia, vocera del colectivo salmantino.
Por medio de la escritura se forma un canal estable de comunicación, donde las expresiones no envejecen: “Está muy bonito, te das cuenta de los sentimientos de las personas en las ausencias”, instó Lilia Tapia.
Estructurado por 84 páginas, el libro se encuentra de manera digital para descarga gratuita en la red; asimismo, Mi grito y mi silencio fue presentado bajo el marco del Día Internacional de los Desaparecidos.
Frente a las diversas directrices de violencia y revictimización que han sufrido familiares de personas desaparecidas, su voz permanece firme y por medio de un arduo trabajo en talleres colectivos utilizan la palabra como herramienta de amor y resistencia.
“Te busco, te espero, anhelo el día que te encuentre y escuchar de tus labios: «Mamá»/ Y regresar a ver esos ojos llenos de alegría y llenos de vida”, expresa la voz poética de la integrante del colectivo salmantino, Laura Jiménez.
Actualmente el Colectivo cuenta con un poco más de 380 familias, cuyos integrantes son padres, madres, hijos, hermanos quienes siguen en búsqueda de sus seres queridos.