El dolor de los recuerdos hace eco en su memoria en esta fecha
Salamanca, Gto.- Cada 10 de mayo, las madres buscadoras de personas desaparecidas enfrentan un panorama complicado, marcado por el dolor, la desesperación y la impotencia de no poder encontrar a sus seres queridos, pues en un contexto de violencia generalizada, violencia organizada y corrupción, estas madres son las más afectadas.
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, el número de desapariciones ha aumentado en los últimos años, con un repunte en 2024 que registró más de 10 mil desaparecidos. En su mayoría, los desaparecidos son hombres jóvenes, entre 20 y 35 años, mientras que las mujeres desaparecidas tienen una edad promedio de entre 15 y 19 años.
Las madres son las principales buscadoras, rastreadoras e investigadoras de sus hijos desaparecidos. Para ellas, el Día de las Madres no es una celebración, sino un día más de búsqueda y dolor. “No hay nada que celebrar”, dice Salomé, madre de Paola, quien fue desaparecida y encontrada sin vida meses después. Hoy, Salomé cuida de sus dos nietos y vive con la tristeza de no poder compartir el Día de las Madres con su hija.
La lucha de estas madres es un ejemplo de resistencia y amor incondicional. A pesar de la revictimización y el dolor, siguen adelante, impulsadas por la esperanza de encontrar a sus seres queridos. Su historia es un recordatorio de la importancia de abordar la desaparición forzada y la violencia que afecta a tantas familias en México.
En este Día de las Madres, es importante recordar y solidarizarnos con estas madres que enfrentan una lucha diaria para encontrar a sus hijos desaparecidos. Su dolor y su lucha son un llamado a la acción para que las autoridades y la sociedad en general trabajemos juntos para encontrar soluciones y justicia para estas familias.