Entre lágrimas, oraciones y exigencias de justicia, familiares, amigos y vecinos despidieron a Bruno, Fernando, Alexis, Juan, Daniel, Martín, Edwin Miguel y Juan Martín, los ocho jóvenes asesinados la noche del domingo 16 de marzo.
Los cuerpos fueron velados en el Salón Chalico, donde el Obispo de la Diócesis de Irapuato, Enrique Díaz Díaz, ofició una misa de cuerpo presente. Frente a los féretros, el obispo pronunció los nombres de los jóvenes y pidió consuelo para sus familias, además de exigir justicia por sus vidas truncadas por la violencia.
El cortejo fúnebre avanzó entre el estruendo de cohetes, mientras los asistentes vestían camisas blancas y llevaban globos blancos y azules en señal de duelo. Las carrozas que transportaban los cuerpos fueron escoltadas por una multitud que entre sollozos los acompañó hasta su última morada.
La comunidad de San José de Mendoza está de luto y clama por seguridad y justicia, en medio de un dolor profundo por la pérdida de ocho de sus jóvenes.
