Salamanca, Gto.– En medio de una creciente preocupación por la seguridad y la justicia, comerciantes de Salamanca han alzado la voz, de manera anónima, para denunciar una ola de hostigamiento, cobros indebidos y amenazas que aseguran enfrentar de manera cotidiana, tanto por parte de actores externos como de funcionarios que deberían velar por el orden.
Durante las recientes vacaciones de Semana Santa, varios locatarios reportaron que, pese a cumplir con todos los permisos y obligaciones, fueron objeto de visitas intimidantes por parte de personal de Fiscalizacion y Control con supuestas revisiones, que en realidad eran excusas para exigir dinero bajo amenaza de multas o clausuras. “Si ven que tienes gente, llegan a buscar cualquier pretexto para sacarte dinero”, relata una comerciante, visiblemente cansada.
Además, se señala que no hay respuesta efectiva de las autoridades. Aunque en meses anteriores se interpusieron denuncias, las víctimas aseguran que las carpetas no avanzan, y que incluso las instituciones encargadas de brindar justicia parecen más interesadas en cuestiones burocráticas que en brindar apoyo real.
“Ya no sabemos a quién recurrir. Nos sentimos solos, hartos. Uno sale a trabajar, no a vivir con miedo”, expresan. La situación, según relatan, ha llevado a una sensación de abandono institucional y temor constante.
El aumento en los reportes de extorsión y cobros indebidos ha encendido alertas en la ciudad, donde el comercio local lucha por sobrevivir en un entorno cada vez más hostil.
