Esta problemática ha crecido debido a que no existe una regulación estricta sobre la compraventa de metales
Salamanca, Gto.- El robo de metales se ha convertido en uno de los delitos con mayor crecimiento en las carreteras mexicanas durante el segundo trimestre de 2025. Según el “Reporte Q2 2025 de Robo de Transporte de Carga”, la incidencia de este tipo de robos alcanzó un 4 % del total, marcando un aumento significativo respecto al mismo periodo de 2024. Aunque los alimentos y bebidas siguen siendo los bienes más robados.
El robo de cobre, fierro y otros metales se ha convertido en un problema creciente que genera ganancias ilícitas incluso ya para bandas organizadas y ladrones individuales, este material generalmente se sustrae de redes eléctricas, piezas de alumbrado público y estructuras metálicas, que se venden en chatarreras, recicladoras y fundidoras, para borrar todo rastro de su origen.
A través de esta problemática incluso se han detectado robos de cable de empresas de telefonía y televisión de paga, los cuales se pueden llegar a vender entre 150 y mil 500 pesos, dependiendo del tipo de metal y su pureza, por lo que este comercio clandestino resulta atractivo para los delincuentes, quienes operan en zonas poco vigiladas o durante la madrugada.
Generalmente, el proceso consta de tres etapas: el robo, su venta a una recicladora/chatarrería clandestina y su posterior venta a una fundición para que la misma produzca lingotes, tubos y/o aleaciones. Por ende, el ingreso del material robado se suele hacer a través de recicladoras clandestinas en las que no se toma ningún tipo de precaución en razón del origen del material sea por negligencia o dolo según el caso específico.