Sobreviviente de la primera mitad del siglo XX
Salamanca, Gto.- Ubicada en el corazón de Salamanca, el Nopal es una cantina sobreviviente del México antiguo, fundada en 1947 entre sus paredes guarda cientos de historias, risas, cantos, llantos, alegrías, historias de amor y demás, que al día de hoy continúa como un pequeño espacio al que suelen asistir hombres y mujeres, trabajadores y estudiantes.
Su propietario, José Jorge Jiménez Gómez relató que este comercio antes de estar bajo su cargo, pasó de generación en generación como un negocio familiar.
“Esta cantina es de las más antiguas, la adquirió mi papá, él desde chico se dedicó a la matanza de animales y tuvo dificultades entre el mismo gremio, porque mi papá era de las personas que tenía mucho carisma con la gente, después lo despiden y en 1947 mi papá llega a esto que es conocido como El Nopal, junto con mi hermano”.
En sus primeros años, se ubicó en las calles Pípila y Río Lerma, después se cambió a lo que hoy es Allende casi esquina con Monterrey y 5 de Mayo.
José relató como su padre heredó a él y sus hermanos, este negocio, una cantina pequeña de dos pisos, la cual se encuentra ubica justo en el centro de la ciudad, con una vista en su terraza a la Parroquia Antigua, en sus paredes, hay más de 100 recuerdos colgados, fotografías de las personas que han llegado a beber una cerveza o algún trago; algunos de los visitantes han llegado desde muy lejos, África, Colombia, Estados Unidos; nacionales también, Monterrey, Guadalajara y más.