Comunidades rurales y zonas de alto tránsito siguen en riesgo por la falta de infraestructura vial
Salamanca, Gto. – Desde hace más de dos décadas, habitantes de más de 30 comunidades rurales como Granados, Callejones, Rancho Seco, La Palma, San Joaquín, El Avispero y Paso Blanco, por mencionar algunas, así como usuarios del Centro de Reinserción Social (Cereso), han esperado la construcción de un distribuidor vial sobre la carretera Salamanca – Valle de Santiago, obra que podría mejorar significativamente la movilidad y seguridad vial.
Cayetano Armenta, integrante de la mesa directiva del Club Migrante Labor de Valtierra, señaló que aunque el proyecto ya está elaborado, actualmente se encuentra detenido por falta de autorización del gobierno federal. “Tenemos todo el proyecto, pero falta el permiso… queremos saber qué dice el señor presidente, cómo va de avanzado”, expresó.
Armenta explicó que el distribuidor vial beneficiaría a miles de personas y conectaría de manera directa a numerosas comunidades, además de ser un paso estratégico hacia municipios como Pueblo Nuevo y Valle de Santiago. “Por esta zona circulan muchos vehículos, sobre todo ahora que construyeron bien el puente de Pueblo Nuevo. Ya no usan tanto la autopista Salamanca–Morelia, ahora se van por la libre”.
La falta de infraestructura también se traduce en un problema de seguridad vial. “Los accidentes siguen ocurriendo en ese crucero”, advirtió Armenta. Aunque no proporcionó una cifra exacta, subrayó que los siniestros son frecuentes y afectan a los habitantes de la zona.
