La psicóloga Itzayana Ruiz comparte el proceso, factores y protocolos para una adaptación óptima en una institución nueva para los adolescentes
Salamanca, Gto.- El proceso de adaptación de adolescentes que terminan el nivel de Secundaria y transitan al nivel Medio Superior es complicado. Es necesario comprender el proceso madurativo de los alumnos, donde es de mayor relevancia su identificación y socialización; factores que, cabe decir, son los más importante para ellos. El juego de roles y de pares tienen más influencia en dicha etapa del desarrollo. Así lo compartió la Licenciada en Psicología General, con especialización en psico-oncología, Itzayana Guadalupe Ruiz Durán, quien actualmente labora como docente y control escolar en la institución de Nivel Medio Superior: Bachillerato Tecnológico El Bachiller.
Hay un área muy grande de personalidades, sin embargo, es importante observar cómo se desarrolla cada adolescente, contemplar la habilidad socioemocional que pueda desarrollarse en beneficio de cada alumno. En esta directriz, es adecuado apoyar dentro del aula la canalización óptima de habilidades de cada alumno: “Brindar ese apoyo de confianza en el salón, para que el alumno pueda hablar sin temor” para quienes cuenten con personalidad más introvertida, compartió la titular.
“El temor a expresarse es muy natural en el joven, pues bien, en el adolescente es este miedo a la crítica, al rechazo; a que si hablo a lo mejor no me quieran juntar o me hagan a un lado. Es muy normal, pero siempre intentamos moldear […] esas habilidades socioemocionales para lograr [que el alumno pueda] expresarse de una manera que le beneficie”, instó la profesional.
Asimismo, la Licenciada Itzayana compartió que existen diferentes conductas en adolescentes al entrar a una nueva institución: “Cualquier ser humano siempre tiene esta incertidumbre de qué es lo que va a pasar cuando entra a un lugar nuevo. Porque no conoce cuál es la situación, no conoce su entorno muy bien, y unos puede que se conozcan desde la secundaria, pero eso no quiere decir que conocen todo el entorno. El salón es diferente, la escuela es diferente, por lo tanto, siempre está la conducta de temor, y más en la adolescencia”.
Bajo este mismo marco, la conducta del alumno también puede impregnarse de dificultades al entrar al ciclo escolar: esto es la negativa de seguir estudiando, lo que propicia observar el nuevo nivel como una obligación impuesta por los padres o tutores.
“Tenemos una deserción bastante elevada, también por los valores que en casa se están promoviendo. El valor del estudio, de la educación, no se promueve y entonces lo ven como una obligación y al verlo [así] es algo que no quieren hacer, es normal en un adolescente […]. Muchos tienen el pensamiento: ‘si yo trabajo voy a conseguir dinero y con eso voy a ser feliz’. Pero, realmente no se les habla desde las metas, los objetivos, desde la autorrealización, que un adolescente conozca qué es lo que quiere para su vida, no tanto para ganar dinero”, afirmó Itzayana Ruiz.
PROTOCOLOS, ACTIVIDADES PARA ADAPTACIÓN EN EL AULA Y FACTORES QUE LO IMPIDEN
La psicóloga salmantina aseguró que dentro del centro de estudios existe un trabajo en conjunto con el profesorado, a quien se le recomienda implementar actividades donde se incluya a todos los alumnos del salón. Usar las capacidades de cada estudiante de forma proactiva, desarrollar un ambiente de confianza y seguro. Lo anterior se implementa porque algunos adolescentes pueden sentirse un poco intimidados por el nivel al que entran. Es fundamental evitar la presión hacia los estudiantes, para formar un entorno ético y humanista.
Pese a que la institución abona a una adecuada adaptación en el alumnado, existen factores externos que están fuera de la batuta de la casa de estudios, e impiden un adecuado procedimiento: desde problemas en el núcleo familiar, incluso dificultades para trasladarse.
“Siempre hay un alumno que siempre […] empieza a generar un poco más de conflicto, […] en conflicto con él mismo: el no encontrarse […] dentro de la institución […]. Tratamos de siempre hablar con ellos, preguntar qué es lo que les está imposibilitando que ellos puedan adaptarse. Tal vez pueda ser que no estén haciendo amigos con facilidad, que tal vez las materias estén un poco complicadas o que se les haga difícil llegar a la escuela, porque tenemos alumnos de comunidades”, aseguró la profesional del Bachiller.
En cuanto a los problemas del entorno familiar: “puede haber distintos factores, también desde casa […]. Ya si es externo, pues pudiéramos encargarnos en algún punto de apoyar a los papás, y que nos apoyen a nosotros; pero en cuestiones externas sí es un poquito más complicado. El protocolo que activamos es platicar con ellos y ver, en la medida de lo posible, qué es lo que podemos hacer nosotros” aseveró Itzayana.
El periodo promedio de adaptación de adolescentes, en este nuevo ambiente escolar es de un mes, así lo compartió la Licenciada en Psicología Itzayana Ruiz, quien lleva laborando 9 años dentro del área docente de Media Superior y 7 años en consulta de psicoterapia.