Una joven mujer fue asesinada a balazos dentro de un local de productos de importación, ubicado en el mercado Tomasa Esteves, en pleno centro de Salamanca. El ataque ocurrió a plena luz del día, en una zona ampliamente transitada por comerciantes y clientes.
Según los primeros reportes, sujetos armados ingresaron directamente al negocio donde laboraba la víctima y abrieron fuego contra ella. A pesar del arribo inmediato de cuerpos de emergencia, la joven ya no contaba con signos vitales al momento de recibir atención.
Mientras la ciudad era sacudida por este nuevo hecho violento, el presidente municipal César Prieto encabezaba un acto protocolario dentro del C4, junto a mandos de seguridad, con motivo de la graduación de la octava generación de cadetes de la Academia de Seguridad Pública. Durante ese mismo lapso, también se reportó el incendio de un camión de pasajeros en las inmediaciones de la comunidad Congregación de Cárdenas.
A pesar de la gravedad de ambos hechos, ninguna autoridad interrumpió su participación en el evento oficial. Al finalizar, el alcalde minimizó el asesinato de la joven y descartó que tuviera relación con extorsiones o cobro de piso, al argumentar que apenas llevaba tres días trabajando en el lugar donde fue ultimada.
La postura del gobierno municipal fue criticada por locatarios y ciudadanos, quienes desde hace tiempo han denunciado la constante presencia de grupos criminales que exigen pagos ilegales a comerciantes y generan un ambiente de amenaza constante dentro y fuera del mercado Tomasa Esteves.
En lugar de proponer operativos para atender la inseguridad, la administración municipal insiste en la reubicación del mercado, sin garantizar que los comerciantes dejarán de ser blanco de la delincuencia, y sin acciones concretas contra quienes extorsionan y operan impunemente en la zona.
Hasta ahora, las autoridades ministeriales no han informado sobre avances en la investigación del crimen. Peritos y agentes de Investigación Criminal realizaron el levantamiento del cuerpo y las diligencias correspondientes, mientras la familia de la víctima exige justicia y la comunidad comerciante continúa viviendo con miedo.
El asesinato de la joven se suma a una larga lista de hechos violentos que mantienen a Salamanca entre los municipios más peligrosos de Guanajuato, sin que haya una respuesta firme por parte del gobierno local.