Salamanca, Gto. — Un profundo malestar recorre las filas de la Policía Municipal de Salamanca luego de que, por enésima vez, elementos recién llegados, en su mayoría provenientes de Irapuato, fueran beneficiados con grados, equipo nuevo y recursos, mientras los policías locales siguen siendo ignorados y relegados.
En el más reciente proceso de ascensos, se asignaron 12 grados:
1 para primer oficial
6 para segundo oficial
5 para tercer oficial
Ninguno fue entregado a personal originario de Salamanca, a pesar de que participaron en las evaluaciones correspondientes.
Lo más indignante para los elementos locales es que los “beneficiados” apenas llevan unos meses en la corporación, mientras que quienes tienen años de servicio no fueron considerados ni siquiera como aptos. De acuerdo con fuentes internas, todos los policías salmantinos fueron reprobados en los exámenes de ascenso, una versión que ha generado sospechas y señalamientos de manipulación en los resultados.
Los nuevos elementos no solo fueron ascendidos, sino que además recibieron armamento moderno, chalecos balísticos en buen estado y uniformes completamente nuevos, a diferencia del personal de Salamanca que continúa laborando con uniformes rotos, chalecos caducos y armamento viejo, deteriorado y de bajo rendimiento.
“Nos están tratando como policías de segunda. Mientras ellos llegan y de inmediato los arman y visten bien, nosotros seguimos trabajando con equipo viejo y sin reconocimiento”, denunció un agente local bajo condición de anonimato.
Desde la llegada de Pedro Cortez como comisario, han sido constantes las denuncias por el presunto favoritismo hacia personal de Irapuato, en detrimento de los elementos salmantinos que conocen la ciudad, tienen experiencia operativa y llevan años jugándose la vida.
A esto se suma el silencio del director de Seguridad Pública, Juan Pablo Talavera, quien tras seis meses en el cargo, no ha mostrado resultados ni ha intervenido ante los crecientes reclamos por la desigualdad interna.
Uno de los ascensos otorgados se justificó “por méritos”, aunque el elemento favorecido no realiza operativos ni tiene desempeño destacado, lo que ha reforzado las acusaciones de que los grados se reparten por cercanía y conveniencia política, no por mérito.
Policías locales exigen que se transparente el proceso de ascensos, se revele públicamente el resultado de los exámenes, y se dote de equipo digno a quienes realmente patrullan las calles.
