Salamanca, Gto.- Si bien el sector automotriz representa una gran área de oportunidad para Salamanca y el estado de Guanajuato, los desechos de la indumentaria vehicular, se ha convertido en una problemática para el medio ambiente, debido a su disposición inadecuada en lotes baldíos y tiraderos clandestinos, lo que ha generado un aumento en fuentes contaminantes en los últimos años en la ciudad.
Dentro de la industria automotriz, Guanajuato es uno de los motores económicos del país debido a su actividad en el sector, a pesar de ello, enfrenta una problemática ambiental debido a la acumulación de neumáticos fuera de uso, qué regularmente pueden encontrarse en lotes baldíos, así como en tiraderos clandestinos dentro y fuera de la marcha urbana
De acuerdo a la Secretaría del Agua y Medio Ambiente, se estima que en los últimos 25 años, 15.5 millones de llantas fueron abandonadas en el territorio estatal.
En promedio tres mil 700 neumáticos inservibles son generados al año en Guanajuato, de estos el 37% se encuentran en sitios de disposición final, mientras que solo el 3% es reciclado.
Los municipios más afectados por esta problemática son Salamanca, Celaya, Guanajuato y León, pues concentran casi la mitad de los neumáticos generados.
Para reducir esta problemática, en 2017 se lanzó una campaña de recolección de neumáticos y habilitó ocho centros de acopio en diferentes municipios, logrando recoger 316 toneladas de llantas, equivalentes a 26 mil 757 piezas.
Actualmente, los esfuerzos de recolección continúan, y la cantidad de neumáticos acumulados ha alcanzado poco mas de 354 toneladas.
En Salamanca como parte de una cultura de reciclaje, se ha puesto a disposición un centro de acopio ubicado en la calle Estado de Puebla, de la colonia 18 de marzo donde además de neumáticos, recibe otros materiales reciclables.
La falta de empresas recolectoras de neumáticos en la región, sumado a la distancia de las existentes, ha llevado a la necesidad de establecer un costo por la recepción del neumático en el centro de acopio. El costo, fijado en 10 pesos por unidad, busca cubrir los gastos de traslado a las empresas recicladoras.
